






























¡Y además contribuimos con el medio ambiente!Y además de ahorrar, colaboramos al medio ambiente, reciclando el aceite usado de freír, en vez de tirarlo (¡horror!) por el fregadero.
Cómo fabricar jabón líquido para lavadora a partir de aceite de freir usado
- 1 litro de lavavajillas concentrado (Fairy)
- 1 litro de aceite usado
- 1 cacito de quitamanchas (Kalia)
- 1 dosis de suavizante (para dar perfume y recomendado para aguas muy duras)
- 14 litros de agua del grifo (10 litros al inicio, 2 litros al dia siguiente, 2 litros al otro)
- 250 gramos de sosa cáustica (cuidado, producto corrosivo)
- un barreño de unos 20 litros de capacidad
- una cuchara o espátula de madera para remover
- guantes

















Echamos la sosa cáustica en el interior del barreño, protegidos con unos guantes para evitar quemarnos las manos.

















Vertemos 10 litros de agua en el barreño, con cuidado de no salpicar hacia afuera del barreño con los vapores, mezclándolo despacio con la sosa cáustica.

















Añadimos el litro de lavavajillas concentrado (cuanto mejor sea el lavavajillas, mejor rendimiento dará el jabón resultante) y removemos la mezcla.




Es el momento de añadir el litro de aceite usado. El aceite puede ser cualquiera, ya venga de freír pescado, chorizo o lo que sea. La sosa cáustica convertirá la mezcla en jabón, sin que permanezca resto de olor alguno en el resultado.








Incorporamos el cacito (una dosis es suficiente) de quitamanchas, para que el jabón sea más eficiente.

















Si queremos que nuestro lavado tenga un buen perfume, añadiremos en este momento una dosis de suavizante. También se recomienda hacerlo si el agua de nuestra zona es dura o calcárea.

















Mezclamos bien todos los ingredientes con el utensilio de madera, y dejamos reposar 24 horas.

















Pasadas 24 horas (al día siguiente), incorporaremos al barreño otros 2 litros de agua templada, y removeremos bien, y dejaremos reposar otras 24 horas. De esta manera evitaremos que el jabón líquido se nos endurezca al enfriarse.




Al cabo de ese segundo día, añadimos otros 2 litros de agua templada más, removemos otra vez bien la mezcla, y ya podemos embotellar el jabón líquido para utilizarlo normalmente, con dosis similares a las que comúnmente utilizamos en cualquier jabón líquido.
IMPORTANTE: En zonas con aguas muy duras (ricas en cal) os recomiendo que una vez embotellado el jabón resultante tras esas 48 horas, dejéis reposar la mezcla en las botellas una semana antes de utilizarla. Al cabo de esa semana en algunas ocasiones la mezcla se vuelve a separar en una parte más espesa y otra más líquida. Basta con agitar unos minutos una sola vez y la mezcla se transformará en un gel blanco algo espeso.












Y a probarlo, haber, que tal os vá....ya me contareis, ¡Vale!










